miércoles, 17 de septiembre de 2014

Como quieras

Estuve llorando la otra noche porque pensé que había perdido una parte de mi, mi otro yo. Lo cierto es que lloraba porque me di cuenta de que me había metido en ti, en tú vida y en tus problemas sumergiéndome en cada trocito de tristeza que bordeaba cada uno de ellos. 
Te pagué con sonrisas, historias, palabras bonitas y abrazos cada vez que la distancia dejaba que me acercase. 
Ahora la distancia no es el problema, me he dado cuenta de que tú la impones esté lejos o cerca. 
Pensarte lo hago mucho por desgracia, ojalá pudiera menos, ojalá pudiese olvidar un poquito lo bueno y lo malo, porque me está causando tanto dolor todo esto, que hasta lo bueno merece ser olvidado. 

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