Que seguían líneas indefinidas adentrándose en lo más profundo de mi silencio, de tus gritos, de tus sonrisas rotas.
Un río de lágrimas dividía el bosque de susurros que se repetían con el viento haciendo el eco de la ausencia.
Fuiste lluvia, dejando retirados a los mares, haciéndolos insignificantes, haciéndoles pensar que no eran nada.
Pudiste proclamar esto un día mundial en nuestra vida, pero sin embargo decidiste dejarlo como estaba; lluvia, aire, tú.