Por eso he pensado que no está nada mal eso de mirar de vez en cuando a la izquierda, que todo sigue siendo igual si cruzamos a otro lado, o aunque sea lo observamos de lejos. Puedes ser genial aunque no pertenezca al resto, aunque quieras estar sólo o te guste algo diferente. Pero si hay algo que he aprendido, es que la mentira no llega a ninguna parte, que hay que saber poner un fin a lo que empieza y tras unos meses/años no tienen sentido o no guardan el mismo calor.
Supongo que por eso, mirar de vez en cuando al lado contrario no es del todo malo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario