viernes, 27 de marzo de 2015

La vida son detalles con días.

¿Sabes qué pasa? 
Que sigo viendo los recuerdos sentarse en la mesa de mi terraza a contarte las ganas que tengo de pisar esa playa contigo. 
Quedan susurros aún, de aquellas veces que te cantaba para dormir, y aún así, no podías hacerlo. Sólo quedaba esperar al amanecer para que no tuvieras miedo y poder dormir. 
Puede ser que sea yo, que seas tú, que seamos o que el dejar de haber sido nos haya demostrado que nunca dejamos de ser, pero he pisado una playa, otra distinta, para que esa playa de la que las dos hablábamos sea pisada por primera vez contigo. 
Me imagino los edificios altos del verano, llenos de gente, las piscinas abarrotadas con flotadores de colores de todos los niños y a ti y a mi, ignorando el agobio del calor y sus gentes. 
Quiero que me calmes, que me sigas allá donde voy, y no fue tiempo lo que nos faltó, fue acercamiento, y no duele, pero molesta en mi, y siempre se va a quedar conmigo. 
Por ello no me arrepiento, me enorgullezco de haber hecho de tus noches, aquellas sin dormir, algunas sin hablar y otras hablando demasiado. 
Sé poco, pero lo poco que sé es que te sé, como dijiste, o al menos intente hacerlo lo mejor posible, te lo prometo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario